Fernando III el Santo, rey de Castilla y de León nació en la provincia de Zamora alrededor de 1199. Con él volvieron a unirse ambas Coronas, al heredar el reino de Castilla por la muerte de su primo Enrique I (1217) y el de León por la muerte de su padre Alfonso IX (1230). Las dos herencias plantearon problemas y resistencias, salvados gracias a la habilidad diplomática de la reina madre Berenguela.
Fernando dio un fuerte impulso a la Reconquista, aprovechando la superioridad militar obtenida sobre el Islam desde la victoria de su tío Alfonso VIII en la batalla de Las Navas de Tolosa(1212). Dicha empresa habría de conducir a la reconquista del valle del Guadalquivir, con la incorporación a su reino de ciudades musulmanas tan significativas como Córdoba (1236) o Jaén (1246). Sevilla se resistió duramente y no se rindió al rey Fernando hasta 1248. En cambio, no consiguió completar el dominio de la Baja Andalucía con la toma de Cádiz -aunque lo intentó varias veces-, objetivo que cumpliría su hijo Alfonso X. A la reconquista siguió la repoblación de las tierras recién incorporadas mediante repartimientos a caballeros y peones cristianos.
Fernando III murió en 1252, cuando preparaba una campaña para continuar la Reconquista hacia el norte de África; fue enterrado en la catedral de Sevilla. La Iglesia católica le canonizó en 1671.
Referencias:
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/fernando_iii.htm